Aquí añadimos la opinión de una profesora de español sobre el perfil general de los estudiantes griegos de español como lengua extranjera. Ella vive y trabaja en Atenas desde hace muchos años y su opinión nos ha parecido interesante. Para acceder a la página original, haced clic al enlace siguiente:
http://jramonele.blogspot.com/2011/07/leonor-quintana-los-estudiantes-griegos.html
Leonor Quintana: “Los estudiantes griegos confían demasiado en el profesor”.
Serie | Profesores de ELE/2L por el mundo (I)
Llevo una vida enseñando español en Atenas; treinta años son bastantes años…
Cuando llegué aquí en 1981 eran muy pocos los que aprendían nuestro idioma. Había solo dos academias privadas y se impartían clases también en un edificio que entonces pertenecía a la Embajada de España, pero nunca he trabajado allí.
Muy consciente de la responsabilidad que implica, empecé dando clases particulares. Al principio pasaba muchas horas preparando las clases y me sorprendía la indiferencia que había en mi entorno por esta actividad, como si enseñar el idioma de uno fuese algo para lo que cualquier hablante nativo está capacitado y no requisiera una formación específica.
Posteriormente trabajé varios años en academias hasta que, por motivos personales, volví a dar clases particulares en mi casa. No soy nada competitiva y valoro la paz de espíritu por encima de todo!!!
Poco a poco se fueron multiplicando las academias y los alumnos de español LE y hubo un verdadero boom en los años 90 con la creación del Instituto Cervantes y los diplomas DELE.
Los estudiantes no pertenecían ya a una élite intelectual y te encontrabas todo tipo de profesiones en clase -desde peluqueras hasta policías o periodistas deportivos-, aunque el grueso del alumnado siempre ha sido -y sigue siendo- el joven universitario que ya domina más o menos otros dos idiomas extranjeros.
Los griegos son, en general, personas muy abiertas -aunque grandes amantes de sus tradiciones- y una de las cualidades que los caracterizan es su gran curiosidad intelectual. También es cierto que se cansan con tanta facilidad como se entusiasman por nuevos desafíos y la gran mayoría se contenta con llegar a un nivel B1 o B2…
Si he de mencionar un defecto, diría que -influídos por su sistema de enseñanza- confían demasiado en el profesor, cuando la capacidad de estos últimos es mucho menos determinante -en mi opinión- que la disposición que tenga el estudiante y el esfuerzo que esté dispuesto a realizar.
La sintaxis latina es copia de la griega y los estudiantes no tienen grandes dificultades para comprenderla, ni tampoco tiene mayor problema para pronunciar correctamente los sonidos de nuestro idioma. A pesar de lo que se diga, he comprobado que la oposición ser-estar es para ellos algo más difícil de dominar que el subjuntivo, porque este existe en griego y su uso no es tan diferente del nuestro (lo que ha desaparecido en griego moderno es el infinitivo).
Para bien o para mal, tenemos muchísimas afinidades y muchas de las actividades de los manuales que hacen hincapié en aspectos socioculturales de la vida en España -como la importancia de la familia, los horarios de comidas o la tendencia a socializar al aire libre- son casi ridículas, pues podrían muy bien refererise a su propia realidad.
Con todo, no faltan los tópicos y se siguen extrañando de que servidora no sepa bailar flamenco o no haya asistido jamás a una corrida de toros… Suelen encantarles los culebrones sudamericanos y -creedme- son muchos los que han empezado a estudiar español porque seguían con mucho interés alguna de esas series o estaban platónicamente enamorados de algún cantante latino.
Grecia sufre hoy una injusta crisis económica muy grave que va a tener consecuencias a todos los niveles. Hasta hace poco, ellos mismos decían que cada cual en este país es lo que declara ser… Eso va a cambiar y podrán sobrevivir como profesores de ELE solamente los que amen realmente esta profesión!!!
Autora
LEONOR QUINTANA es profesora de E/LE en Atenas (Grecia).
Miembro de ASPE | Colaboradora de Todoele y El tinglado
Su blog | Síguela en Twitter
Llevo una vida enseñando español en Atenas; treinta años son bastantes años…
Cuando llegué aquí en 1981 eran muy pocos los que aprendían nuestro idioma. Había solo dos academias privadas y se impartían clases también en un edificio que entonces pertenecía a la Embajada de España, pero nunca he trabajado allí.
Muy consciente de la responsabilidad que implica, empecé dando clases particulares. Al principio pasaba muchas horas preparando las clases y me sorprendía la indiferencia que había en mi entorno por esta actividad, como si enseñar el idioma de uno fuese algo para lo que cualquier hablante nativo está capacitado y no requisiera una formación específica.
Posteriormente trabajé varios años en academias hasta que, por motivos personales, volví a dar clases particulares en mi casa. No soy nada competitiva y valoro la paz de espíritu por encima de todo!!!
Poco a poco se fueron multiplicando las academias y los alumnos de español LE y hubo un verdadero boom en los años 90 con la creación del Instituto Cervantes y los diplomas DELE.
Los estudiantes no pertenecían ya a una élite intelectual y te encontrabas todo tipo de profesiones en clase -desde peluqueras hasta policías o periodistas deportivos-, aunque el grueso del alumnado siempre ha sido -y sigue siendo- el joven universitario que ya domina más o menos otros dos idiomas extranjeros.
Los griegos son, en general, personas muy abiertas -aunque grandes amantes de sus tradiciones- y una de las cualidades que los caracterizan es su gran curiosidad intelectual. También es cierto que se cansan con tanta facilidad como se entusiasman por nuevos desafíos y la gran mayoría se contenta con llegar a un nivel B1 o B2…
Si he de mencionar un defecto, diría que -influídos por su sistema de enseñanza- confían demasiado en el profesor, cuando la capacidad de estos últimos es mucho menos determinante -en mi opinión- que la disposición que tenga el estudiante y el esfuerzo que esté dispuesto a realizar.
La sintaxis latina es copia de la griega y los estudiantes no tienen grandes dificultades para comprenderla, ni tampoco tiene mayor problema para pronunciar correctamente los sonidos de nuestro idioma. A pesar de lo que se diga, he comprobado que la oposición ser-estar es para ellos algo más difícil de dominar que el subjuntivo, porque este existe en griego y su uso no es tan diferente del nuestro (lo que ha desaparecido en griego moderno es el infinitivo).
Para bien o para mal, tenemos muchísimas afinidades y muchas de las actividades de los manuales que hacen hincapié en aspectos socioculturales de la vida en España -como la importancia de la familia, los horarios de comidas o la tendencia a socializar al aire libre- son casi ridículas, pues podrían muy bien refererise a su propia realidad.
Con todo, no faltan los tópicos y se siguen extrañando de que servidora no sepa bailar flamenco o no haya asistido jamás a una corrida de toros… Suelen encantarles los culebrones sudamericanos y -creedme- son muchos los que han empezado a estudiar español porque seguían con mucho interés alguna de esas series o estaban platónicamente enamorados de algún cantante latino.
Grecia sufre hoy una injusta crisis económica muy grave que va a tener consecuencias a todos los niveles. Hasta hace poco, ellos mismos decían que cada cual en este país es lo que declara ser… Eso va a cambiar y podrán sobrevivir como profesores de ELE solamente los que amen realmente esta profesión!!!
Autora
LEONOR QUINTANA es profesora de E/LE en Atenas (Grecia).
Miembro de ASPE | Colaboradora de Todoele y El tinglado
Su blog | Síguela en Twitter
Me alegro mucho de que haya sido de interés para alguien a pesar de tratarse una generalización!
ResponderEliminarPor mi parte, pìenso que también lo sería "copiarle" la idea a José Ramón Rodríguez y conocer el perfil del estudiante español de griego moderno...
Un cordial saludo desde Atenas,
Leonor Quintana